1.Una Clase no es una Predicación
La
clase no debe ser unidireccional, del tipo sermón, salvo excepciones.
Hay que aprovechar los beneficios de los pequeños grupos. Se pueden
evitar algunas repeticiones que se realizan en las prédicas generales,
se pueden utilizar recursos que son imposibles de aplicar en las
prédicas,
2.El perfecto orden no significa una gran atención
No
hay que engañarse: que haya silencio y que los niños estén inmóviles no
significa que estén comprendiendo..ni aún escuchando lo que estamos
diciendo. Por el contrario, puede ocurrir que en medio de un "desorden
controlado" haya mas receptividad por parte del educando.
3.Haga preguntas interesantes, específicas y claras.
Debe
quedar muy claro lo que preguntamos, y debemos hacerlo de tal manera
que sea interesante responder, generando un clima de confianza. A veces
es bueno utilizar la polémica pues incita a la participación. No son muy
útiles las preguntas con respuesta poco específica ("y a ustedes que
les parece?"), las preguntas con respuestas del tipo si-no ("¿Se
portaron bien durante la semana? ¿Entendieron lo que les expliqué?"),
las preguntas con respuesta obvias ("¿les gustan las cosas feas?", "¿de
que color es el caballo blanco de San Martin?"), las preguntas que no
están en capacidad de responder ("¿Qué fecha (día-mes-año) se culminó la
traducción de Casidoro de Reina?")
4.Sea Seguro
Prepare
la clase y expóngala con convicción, si no la tiene, búsquela de Dios.
La falsa humildad hace que a veces busquemos la aprobación o apoyo de
otros maestros presentes, esto hace que se pierda la atención, o que el
maestro que no conoce la clase preparada desvíe el tema.
5.No opine sobre lo que no sabe (sea humilde)
Si
algo no lo sabemos, admitámoslo honrosamente pero comprometiéndonos a
averiguarlo. En la clase siguiente traeremos la respuesta, pero la
expondremos de una forma interesante y completa, despertando el interés
pues es posible que los niños ya hayan perdido la motivación
6.Viva lo que enseña
Trate de evitar temas que aún no ha alcanzado, no exija mas de lo que se exige a si mismo.
7.Aburrir casi es un pecado
El
maestro debe hacer todos los esfuerzos posibles para no aburrir a sus
alumnos. Utilice todos los recursos que tiene a mano. Recuerde que lo
importante es que la enseñanza llegue, no que la clase se de tal cual la
preparó.
8.Conozca a sus alumnos
Relaciónese
con sus alumnos. Conozca sus características, necesidades, intereses
(hobbies, deportes favoritos, gustos varios), amistades, conformación
familiar; tanto del grupo en general como de cada alumno en particular.
Conocer el grupo hará que aprovechemos sus características en el momento
de enseñar.
Encontrado en: Aporte de Educacion Cristiana
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