Escrito por William Arevalo
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. (1Co 13:11 RV60)
- Lo primero que debemos hacer es transformarnos en niños y recordar cómo pensábamos a esa edad y tratar de cantar como nos hubiera gustado que cantaran con nosotros.
- No debemos tenerles miedo; algunos directores de alabanza huyen de tener que cantar con los niños. Sin embargo ministrar a los niños es una excelente escuela para ministros de alabanza y es una tremenda bendición todo lo que podemos aprender de ellos.
- Debemos buscar cantos con lenguaje sencillo y mensaje claro.
- Determinemos qué deseamos que quede en el corazón de los niños, por ejemplo una enseñanza de la fe, o bien un momento de comunión con Dios.
- Recordemos que dependiendo de la edad de los niños, su tiempo de atención es diferente.
- Las mímicas son excelentes para captar su atención y enseñar el canto.
A continuación les relataré algunas experiencias como director de alabanza de niños, lo haré según las edades y espero que puedan servir para tomar ideas de lo que ustedes pueden hacer en sus congregaciones.
Con los niños de 0 a 3 años de edad
Durante dos años ministré alabanza en las salas cuna de nuestra congregación y por increíble que parezca podíamos tener hermosos tiempos adorando al Señor con los bebés, de hecho, los que más disfrutábamos éramos los que cantábamos y los que cuidaban a los niños.
Muchas veces, Cuando comenzábamos a cantar, los niños que estaban llorando se calmaban y ponían atención, luego los que los tenían en brazos comenzaban a adorar al Señor por medio de algún canto que estuviéramos entonando y es realmente inexplicable lo que vivíamos, ya que la presencia de Dios se hacía sentir de una forma muy especial y en varias ocasiones tuvimos la oportunidad de orar ministrando a los niños, y Dios ministrándonos a nosotros a través de los bebés de una forma que como dije antes es inexplicable, pero muy real.
y dijeron a Jesús:--¿Acaso no oyes lo que estos niños están diciendo?Jesús les contestó:--Sí, los oigo bien. ¿No recuerdan lo que dice la Biblia?:"Los niños pequeños,los que aún son bebés,te cantarán alabanzas". (Mateo 21:16) BLS
Con los niños de 3 a 5 años
En esta edad ya se puede pensar en cantar junto a ellos, pero eso sí, las letras de los cantos muy sencillas y el tiempo de cantos debe ser de aproximadamente 15 minutos.
Al iniciar el tiempo de cantos tienes que captar su atención rápidamente. Yo suelo comenzar con un … Hoooola!!! ¿Cómo están? Y luego de la respuesta de ellos, les digo: Aaah! Esa respuesta estuvo muy flaquita, yo quiero escuchar una respuesta cachetona!! ¿Cómo estááán? Y entonces, después de las risas, ellos me dan una respuesta muy fuerte y comienzo a enseñar el canto. El que más he utilizado con esas edades es un canto que dice así: Los conejitos saltan, saltan, saltan, los conejitos saltan, Dios es todo amor.
Durante el tiempo del canto les enseño los ademanes, les hago preguntas que de antemano sé que saben las respuestas y hago bromas que ellos puedan entender. Luego enseño un canto de adoración, donde les explico nuestras expresiones físicas para adorar, por ejemplo, postrarse y entonces la ponemos en práctica mientras cantamos algún canto lento como "Cristo te amo".
Nunca falta el niño que ni se enteró de qué fue lo que sucedió, pero tampoco falta el que graba todo lo que se enseña y que atesora esos momentos para el resto de su vida.
Recuerdo una oportunidad en que durante una fogata con niños de tres a seis años, me pidieron cantar “lléname Señor” y cuando lo hicimos El Espíritu Santo descendió con poder y varios niños ¡comenzaron a hablar en otras lenguas! ¡Fue algo glorioso!
Nunca creas que tu trabajo con los niños es en vano.
Con los niños de 6 a 8 años
Ellos ya están listos para un tiempo de alabanza y adoración pero no te olvides que siguen siendo niños, tu lenguaje con ellos debe seguir siendo sencillo, tu sonrisa siempre presente y ni se diga del entusiasmo, eso es vital! No digo que tengas que estar gritando todo el tiempo sino, más bien, que se note que estás disfrutando lo que estás haciendo.
Con ellos se pueden entonar cantos rápidos que incluyan mímicas y durante los cantos lentos, puedes comenzar a hacer uso de cantos que expresen la grandeza de Dios y nuestra relación personal con él, o bien de ministración. Ejemplos de cantos que se puedan entonar con ellos:
Cambiaré mi tristeza, Levanta tu casa sobre la roca, Vamos a juntarnos a alabar a Cristo, En mi corazón hay una canción, Maravilloso, Cantaré de tu amor por siempre.
Lo importante es que sean cantos no muy largos y que ellos entiendan el significado de cada una de las palabras.
Siempre es bueno preguntarles si entienden lo que significa alguna palabra que creamos que no todos dominan, y que nos tomemos el tiempo de explicar el significado si algunos lo necesitan, por ejemplo antes de cantar “Señor hazme un radical” preguntar qué significa radical y luego explicar el significado si por lo menos uno del grupo no lo entiende.
Con las edades de 9 a 11
Lo difícil en esta edad es que algunos todavía tienen pensamiento muy infantil y otros quieren actuar ya como adolescentes. Con ellos puedes cantar un canto infantil y luego seguir sólo con cantos juveniles, e incluso entonar los cantos de la congregación general.
Lo que es vital aquí es la actitud del director de los cantos, ya que algunos de los muchachos a quienes se dirige estarán con la intención de llevar la contraria a todo lo que se les proponga hacer. Es importante que tú puedas influir sobre ellos en lugar de ponerte en una especie de batalla para que hagan lo que tú quieres que hagan; muchos directores recurren al regaño para obligarlos a cantar y con eso ya perdieron su corazón para que adoren a Dios, quizás logran que canten pero no tendrán una comunión con Dios, otros se ponen en plan de súplica para que canten y esa tampoco es la actitud correcta.
Lo mejor que yo he encontrado ha sido platicar con ellos y explicarles por qué necesitamos adorar a Dios y luego invitarlos a que se unan a mí, porque yo lo voy a adorar en ese momento, si no desean hacerlo pueden permanecer sentados y en actitud respetuosa durante el tiempo que los demás estamos adorando.
Estoy seguro que si pides ayuda a Dios, Él te mostrará una forma correcta de guiar a tus muchachos. Lo que quisiera dejar establecido es que el regaño, la súplica o bien crearles un remordimiento para que canten no son buenas formas para llevarles a adorar a Dios.
Publicado en: www.blessministries.com
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